En el marco del centenario del nacimiento de Antoni Tàpies (1923-2012), la exposición "La práctica del arte" despliega una síntesis de las investigaciones plásticas que el artista desarrolló durante ocho décadas de intensa producción. Desde las primeras obras de los años cuarenta hasta las que terminó meses antes de su muerte, Tàpies experimentó de manera ininterrumpida con todo tipo de soportes, técnicas y materiales, liberándose de prejuicios heredados por la tradición académica.
Sus dibujos, collages, pinturas, objetos y esculturas, compuestos por papel, cartón, madera, polvo de mármol, bronce o barniz, entre otros muchos elementos, plantean nuevas formas estéticas para pensar el mundo contemporáneo, desde una perspectiva basada en la materia y la existencia. Gracias a numerosos préstamos de instituciones públicas y colecciones privadas, tanto nacionales como internacionales, esta retrospectiva constituye una de las mayores revisiones de su trabajo que se han realizado hasta el momento.
Tras recalar en el Palais des Beaux-Arts de Bruselas y el Museo Reina Sofía de Madrid, la presentación final de La práctica del arte toma como punto de partida la memoria contenida en el espacio de la Fundació Antoni Tàpies —ahora Museu Tàpies—. Reflexionando sobre algunos proyectos que han marcado la historia de la institución, la muestra propone un recorrido no lineal por la trayectoria del artista, articulado en torno a distintos ambientes que establecen relaciones más allá de la cronología.
Cuando Tàpies afirma, por ejemplo, «¡comencé pintando ojos y acabaré pintando ojos!», parece aludir precisamente al tiempo cíclico o espiral que compone el conjunto de su obra, en el que motivos, materiales y formatos se repiten a lo largo de los años, siempre con diferencias relevantes. Más que cada obra por separado, son los múltiples vínculos de las obras entre sí —latentes desde el momento de su creación en el estudio y ahora recuperados al exhibirse juntas— los que ofrecen claves para comprender la complejidad y la actualidad de la práctica del arte de Tàpies.
Antoni Tàpies. La práctica del arte
20.07.2024 – 12.01.2025
Museu Tàpies
Carrer Aragó, 255, Barcelona, Cataluña
[Imágen de sala de la exposición “Antoni Tàpies. La práctica del arte” del Museu Tàpies de Barcelona, 2024. © Museu Tàpies / VEGAP, 2024. De la fotografia: Pep Herrero, 2024.]
La exposición presenta el trabajo de dos grandes artistas, Anni y Josef Albers, quienes fueran pioneros de la modernidad en el siglo XX a través de sus líneas de producción artística. Si bien desarrollaron su trabajo de forma independiente, fue la intimidad y complicidad de su relación lo que les permitió, a lo largo de su carrera, apoyarse y reforzarse mutuamente, a la vez que enriquecían el trabajo del otro desde un diálogo continuado basado en el respeto.
Anni y Josef Albers se conocieron en la Bauhaus en 1922 y se casaron tres años después. A lo largo de su vida y de su carrera artística, compartieron la creencia de que el arte debe estar en el centro de la existencia humana, ya que el arte —según ellos — es capaz de transformar profundamente el mundo.
La muestra cubrirá por completo sus carreras artísticas, tanto individual como conjuntamente, y será la primera vez que se presente en España el trabajo de los artistas como pareja a lo largo de sus diferentes etapas creativas. La exposición estará organizada de manera cronológica y se compondrá de cerca de 350 obras entre pinturas, fotografías, diseño y textiles, películas, material documental, así como una selección de piezas de mobiliario de la etapa de la Bauhaus que representarán los hitos fundamentales en la carrera de esta pareja de artistas.
Exposición:
Anni y Josef Albers. El arte y la vida
24 Febrero - 19 Junio 2022
Institut Valencià d'Art Modern (IVAM)
Calle Guillem de Castro, 118
Al final de la Segunda Guerra Mundial, Jean Dubuffet (1901–1985) comenzó a exponer sus pinturas, que desafiaban los valores estéticos más arraigados. Rechazando los principios de decoro y belleza clásica, así como cualquier pretensión de pericia técnica, Dubuffet se centró en lo ordinario y en lo que a menudo pasa desapercibido, empleando en su obra materiales vulgares, temas prosaicos y un estilo que rehúsa todo signo externo de formación académica.
Con esta visión, Dubuffet se enfrentaba a las normas, que, en su opinión, dificultaban la expresión auténtica y menospreciaban la experiencia cotidiana. Sin embargo, su objetivo no solo era revelar cuán anticuadas estaban las convenciones culturales, sino también ilustrar la vitalidad de una existencia libre de ellas. En una ocasión, el propio Dubuffet afirmó: “Me gustaría que la gente viera mi trabajo como una recuperación de valores desdeñados y [. . .], no se equivoquen, como una obra de ferviente celebración”.
A lo largo de su carrera, la producción artística de Dubuffet se caracteriza por un impulso festivo y también por su compromiso con la crítica de la cultura. Sus obras de las décadas de 1940 y 1950 invitan al público a cuestionarse profundamente el concepto de belleza, demostrando que lo ordinario es digno de admiración, ya se trate de piedras, de papel de aluminio arrugado o de pintura espesa. A partir de los años sesenta y hasta mediados de los setenta, Dubuffet pone de manifiesto el potencial de aventura, creatividad y descubrimiento que puede desplegarse como consecuencia de la inmersión
en la fantasía.
Durante la última década de su vida, se centra en impulsar un replanteamiento de las estructuras más básicas de la mente, imaginando las posibilidades que nacen cuando se contempla el mundo sin las restricciones de las categorías aprendidas. Esta exposición, que consta exclusivamente de obras procedentes de las colecciones del Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York y de la Peggy Guggenheim Collection de Venecia, ofrece un recorrido a través de la producción artística de Dubuffet durante estas décadas decisivas, poniendo de relieve cómo, a través de sus giros y distintos enfoques, el artista mantuvo su proyecto en constante evolución basándose en su empeño por compartir con la audiencia sus nuevas y estimulantes perspectivas.
Jean Dubuffet: ferviente celebración25 de febrero, 2022 - 21 de agosto, 2022
Museo Guggenheim Bilbao
Comisario: David Max Horowitz
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El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) presentará, a lo largo de 2021, una muestra que ofrecerá una nueva aproximación a las relaciones artísticas entre Cataluña y Japón a través de la cerámica a partir de la presentación de dos grandes ceramistas del siglo XX: Josep Llorens Artigas (1892-1980) y Hamada Shōji (1894-1978), Tesoro Nacional Viviente japonés.
La relación personal y la admiración mutua entre Hamada y Artigas serán el nexo de unión a partir del cual el visitante podrá profundizar en el impacto y la inspiración que generó la cerámica japonesa en el país y, al mismo tiempo, descubrir sus intereses comunes con otros artistas como Joan Gardy Artigas, Eudald Serra y Joan Miró.
La exposición se centrará en el arte de la cerámica, si bien la muestra se complementará con otras tipologías artísticas, fotografías y documentos de la época a fin de dar a conocer los vínculos fructíferos que artistas catalanes, como Josep Llorens Artigas, establecieron a mediados del siglo XX con el movimiento mingei, dedicado a la recuperación de la cerámica y el arte popular japonés.